jueves, 22 de mayo de 2014

HOMO TOXYCUS

El vídeo empieza haciendo un resumen del documental Homo Toxycus y afirma n los últimos 50 años se han utilizado muchas sustancias tóxicas desconocidas anteriormente, que son perjudicares para nuestra salud. Pero la mayor parte de nosotros se encuentra ajeno a esta información ya que dichas sustancias tóxicas se encuentran en nuestro día a día sin nosotros darnos cuenta. Debemos tener en cuenta que a niveles bajos de contaminación ya se producen alteraciones en los genes, lo cual desencadena un proceso fisiológico. Por ejemplo, si las fábricas (o incluso nosotros mismos vertiendo productos limpieza al inodoro) vierten residuos tóxicos al mar, los peces están tomando esos tóxicos y, los peces que se alimentan de otros peces, también. Son pescados y llevados al mercado. La gente los compra y los cocina cual comida sana. Pero esos peces están intoxicados, así que nosotros ya estamos tomando tóxicos a través del pescado. Con este ejemplo se ve, de una manera clara, que esto es una realidad cercana, de la que no sabemos lo suficiente. Es más, tanto los ordenadores, como la ropa, los peluches o los sillones, entre muchas otras cosas, tienen PDT que impregnan el aire que pueden llegar a producir hiperactividad, como ya se ha comprobado con ratones de laboratorio. Este estudio se encargó también de analizar la sangre de los cordones umbilicales de unos bebés se pudieron observar metales pesados y pesticidas debido a que las madres de dichos bebés habían estado expuestas, de cualquier modo, a sustancias contaminantes. tx9Rn2HuTxI/U34WvwT7REI/AAAAAAAAAFE/0mugqqGcAlA/s320/polinizando.jpg" /> Además, el medio influye también en este proceso de intoxicación. Los tóxicos que están entre el medio ambiente están fuertemente relacionado con el cáncer (incluso el de mama), la hiperactividad etc. e incluso en los varones puede suponer tanto un descenso del 50% de su esperma, como cáncer de testículos o esterilidad. Hicieron un experimento en una ciudad con grandes cultivos de Estado Unidos. Analizaron la esperma de algunos de sus habitantes en busca de pesticidas y, en efecto, los científicos pudieron percibir pesticidas agrícolas en su semen, cosa que no sucedía en el semen de los habitantes de otra ciudad estadounidense. Atendiendo al medio, Homo toxycus nos cuenta como en un poblado en medio del propio Polo, donde terminan concentradas el humo contaminante de las fábricas de la mayor parte del mundo, los esquimales tienen el nivel de DDT y mercurio más alto del mundo. Teniendo en cuenta que la base de la alimentación esquimal es el pescado crudo y la foca, ambos con niveles considerables de mercurio, es más probable que este poblado esté más sumiso en infecciones que otros que no están expuestos a tales niveles de mercurio, tabaco o humos tóxicos. Se está produciendo un gran incremento en las enfermedades y problemas en los oídos (otitis) y en al vista en edades tempranas. Otro elemento a tratar en relación con la contaminación de nuestro organismo es el bisfenol A (BPA), componente básico del plástico policarbonato (plástico claro, muy ligero, duro y resistente al calor y la electricidad), uno no tan básico de otro tipo de plásticos y un constituyente relevante de las resinas epoxi, ampliamente utilizadas en recubrimientos, adhesivos, pinturas... Uno de sus usos más frecuentes son las películas protectoras que intentan mantener la calidad de los alimentos en latas de comida así como en tuberías de agua potable. Desde los DVDs o los CDs a los recubrimientos interiores de latas, empastes dentarios, pasando por equipos eléctricos y electrónicos, automóviles, envases de comida y bebida (incluido biberones), tapones, equipos médicos (tales como incubadoras para bebés o aparatos de diálisis), e incluso está en contacto con la comida que ingerimos. Esto quiere decir que tenemos esta sustancia tóxica en una gran parte de los objetos cotidianos así que no nos debiera extrañar que sean un contaminante muy extendido en el interior de nuestro organismo. El bisfenol A es capaz de alterar las señales de las células con una concentración de apenas 0.23/1billón y, con una concentración un poco más elevada es capaz de ocasionar cáncer o resistencia de insulina en ratones y cáncer de próstata en ratas. Es considerado uno de los contaminantes estrogénicos más poderosos. Es decir, uno de esos elementos químicos que engañan a nuestros organismos haciéndose pasar por quienes no son. Se unen a los receptores de estrógenos humanos cuan hormona natural más de nuestros cuerpos y, de esta manera puede causar todo tipo de problemas desde el crecimiento anormal de las mamas, la agresividad, diabetes, problemas cardiovasculares, las alergias (junto con el nonilfeno) las anomalías en los órganos sexuales masculinos, hasta “el adelanto de la pubertad” según afirma un estudio de 1999. Respecto a las medidas tomadas respecto a este componente de los plásticos, Canadá es el país que ha adoptado hasta ahora medidas más severas en incluso lo ha declarado públicamente como tóxico, enfrentándose a una gran resistencia. La Unión Europea solo ha definido esta sustancia como tóxica para la reproducción, pero no ha llegado a tomar medidas más severas. Aunque la Unión Europea no se limpia las manos totalmente en estos temas, de hecho, prohibió la utilización de hormonas con las vacas porque no se sabe el límite de éstas que es supuestamente "seguro" o no prejudicial para nuestra salud, cosa que no ha hecho Canadá ni EEUU, y es más restrictiva con el uso de productos químicos en la agricultura, al contrario que otras instituciones. El video también habla de que los senos estrógenos (hormonas femeninas) junto con los polifenoles que contienen los detergentes de la ropa llegan al agua de la playa (donde acaban también los vertidos de aguas residuales) y hacen que los peces produzcan menos espermatozoides y que éstos pierdan movilidad. Los espermatozoides de los peces que no tienen ninguna exposición a contaminantes viven apenas treinta segundos así que si ahora se mueven más lentamente, tienen mucha menos probabilidad de fecundar, por lo que disminuye la reproducción de dichos peces. Se han dado casos en los que los peces producían óvulos, lo que es preocupante para los seres humanos. Por último, cabe comentar que la contaminación también está afectando a las abejas de tal modo que están desapareciendo poco a poco muchas subespecies y, esto, aunque dicho así coloquialmente puede ocasionar muchos "pues que se extingan" al ser la solo pérdida de "bicho que solo sirve para picarnos", supondría una extinción masiva, ya que el 80% de los seres dependen de su polinización. Y es que el equilibrio ecológico que producen las abejas es claro: son las responsables directas de la polinización, y sin ella, las plantas no podrán reproducirse, y sin plantas, la fauna que se alimenta de ellas morirá. Es decir, la cadena alimenticia se rompe, y nosotros formamos parte de esa cadena.

lunes, 24 de marzo de 2014

El peligro de los plásticos en su uso alimenticio

Neus Fabregat Cabello, doctoranda el Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (IUPA) nos advierte de los peligros de calentar o conservar alimentos y bebidas en fiambreras y botellas de plástico en su estudio “Zona reservada per a carmanyoles” ('Zona reservada para fiambreras'). Con este pretende concienciar a la gente de este hecho, no alarmarla, para poco a poco terminar utilizando tuppers de cristal. En dicho artículo, explica que "no hay plásticos peligrosos, sólo hay plásticos utilizados incorrectamente". Y que para ello es importante conocer el tipo de plástico de cada envase, información que podemos encontrar en la base de los recipientes con una numeración del 1 al 7 rodeada de tres flechas formando un triángulo. “A pesar de que siempre es mejor conservar y, sobretodo, calentar, los alimentos en envases de vidrio, en caso de utilizarlos de plástico, los únicos que podemos calentar sin riesgo son los que tienen el número 2, y o 5. Por el contrario, añade que "hay que evitar los envases que tengan el número 7, ya que este dígito hace referencia al grupo en el que están incluidos los plásticos policarbonatados, que pueden desprender bisfenol A, sustancia que puede provocar esterilidad, disminución de la producción de testosterona e incluso cáncer de próstata, entre otros efectos.” En España este tipo de plásticos está solo prohibidos en los biberones desde 2011 pero, por ejemplo, en Francia se ha prohibido recientemente su uso en todos los envases de uso alimentario. La contaminación de los alimentos por "migración" de los compuestos del plástico depende, también de la temperatura a la que se someta dicho envase, del alimento que se pretenda calentar y del tiempo de contacto entre el alimento y el envase. La doctoranta añade también que no debemos calentar nunca un recipiente de plástico con su tapa (porque ésta está compuesta de un material distinto al del resto del recipiente) y que no debemos reutilizar y rellenar las botellas de plástico marcadas con el número 1 (las utilizadas en la mayoría de botellas de agua y refrescos) debido al hecho de que pueden desprender compuestos nocivos después de varios usos. Un equipo de científicos de la Universidad Médica de Kaohsiung, en Taiwán, ha realizado un estudio que asegura que utilizar vajillas de melamina para tomar comidas calientes puede aumentar el riesgo a desarrollar cálculos renales, que podían inducir al cáncer. Usar platos y otros utensilios de plástico resulta muy cómodo para fiestas o para guardar los restos en la nevera, entre los muchos usos que le damos a estos utensilios.Además, al ser desechables, no hace falta lavarlos. Se tiran a la basura, y listo. Pero estos plásticos están también rodeados de peligros.
Los plásticos no solo son peligroso con el contacto con el calor, sino que también las comidas ácidas hacen que la melamina de los recipientes de plástico entre en el organismo. Aunque los fabricantes aseguran que los que son reutilizables, son resistentes, duraderos, irrompibles y aptos para la salud. El Dr. Chia-Fang Wu y su equipo estudiaron los efectos de la melamina en dos grupos diferentes de doce personas. Ambos grupos tomaron sopa de fideos, uno en platos de plástico y otro en platos de cerámica. Doce horas después se examinó la orina de todos los participantes. Tres semanas después se repitió el experimento pero cambiando el recipiente donde tomaron la sopa. Los resultados mostraron que los niveles de contenido de melamina en la orina de los participantes que recibieron la comida caliente en platos de plástico fue de 8,35 microgramos, mientras que en los que se habían utilizado platos de cerámica era de 1,3 microgramos. Además, también demostraron que, cuanta más temperatura tengan los alimentos, los más ácidos pueden fomentar que la melamina del plástico los contamine. Aunque este riesgo depende de la marca del plástico, por lo que este peligro no se puede generalizar. Pero ¿Qué es la melamina? La melamina es un compuesto orgánico que responde a la fórmula química C3H6N6, y cuyo nombre es 2,4,6-triamino-1,3,5-triazina. Es levemente soluble en agua, y naturalmente forma un sólido blanco.